No consigo quedarme embarazada, pero todas mis pruebas salen bien ¿por qué?

 

Esta situación se repite muchísimo. Yo la viví también en primera persona. Después de llevar un tiempo buscando el embarazo empezamos las pruebas médicas. Todas salían aparentemente bien pero el ansiadísimo positivo no llegaba. No podía dejar de preguntarme el porqué no conseguía quedarme embarazada. El seminograma de Mr. N. salió algo alterado en movilidad y cantidad. Afortunadamente con tratamientos naturales mejoró espectacularmente. Tanto que en cada inseminación artificial su muestra era excelente. En total hicimos 8 inseminaciones, con 2-3 folículos de buen tamaño, endometrio precioso y «cabezones» más que preparados para fecundar mínimo uno de mis ovulines.

La dichosa pregunta  no paraba de retumbarme en la cabeza con cada negativo.

¿Por qué no lo consigo?. ¿Qué es lo que pasa?. ¿Lo lograremos algún día?.

Me contactáis muchísimas de vosotras con estas mismas dudas.

 

 

Desgraciadamente no son nada fáciles de resolver sin un buen estudio de la pareja. Porque no olvidéis nunca que «embarazarnos» es cosa de 2, no solo nuestra. Los 2 somos igual de importantes y es primordial que no lo olvidemos.

Sigo sin entender por qué muchas veces se deja “para el final” el seminograma (o espermiograma). Es más, como la causa de no conseguir el embarazo sea en principio femenina y debamos recurrir a la Reproducción Asistida, algunas veces oímos comentarios del tipo: “de ti (refiriéndose a nuestra pareja) sólo necesito uno y seguro que lo tendrás”.

Desgraciadamente nada suele ser tan sencillo.

Y más cuando ya llevamos mucho pasado durante nuestra búsqueda. Claro que mientras haya un mínimo de espermatozoides se podrá realizar una ICSI por ejemplo. Pero ¿y si la “mala suerte” hace que en el laboratorio se escoja a un espermatozoide no apto para la fecundación o el correcto desarrollo del embrión?. Pues que ese óvulo que seguramente nos habrá costado mucho conseguir se habrá desaprovechado. Tal cual. Y no siempre disponemos de un número importante de óvulos maduros, por desgracia. Muchas veces la estimulación ovárica no va según lo esperado o nuestra reserva es baja y el obtener 3 ó 4 folículos idóneos es un verdadero triunfo.

Como siempre digo la suerte para jugar a las cartas, o a la lotería, pero no para nuestra lucha.

Por ejemplo, yo había pasado ya por 10 tratamientos cuando por primera vez nos pidieron los cariotipos a ambos. Si alguno hubiese salido alterado podría haber sido la causa de nuestra infertilidad. ¿Cómo es que nadie, ningún médico de tantos a los que vimos, lo “pensó” antes?. Muchas parejas descubren así enfermedades genéticas que desconocían y que les está impidiendo conseguir el embarazo (o incluso sufrir pérdidas gestacionales involuntarias).

Existen más pruebas también para ellos.

Desgraciadamente y debido a su coste no se suelen recomendar hasta haber pasado un número de tratamientos negativos pero ¿estamos todos y todas dispuestos a llegar a ese momento sin tener más información?. Es más, conociendo los hábitos de vida generales de ellos y algunas analíticas de sangre se puede llegar a sospechar alguno de estos posibles problemas. Problemas que se confirmarían con otras pruebas.

Pero, centrándonos en nosotras ahora.

¿Puede ser que todo esté bien pero aun así no consiga quedarme embarazada?.

Lo primero que os pregunto siempre es ¿qué es todo? ¿Estás segura que te lo han mirado todo, todo? Porque se podrían comprobar tantísimos valores y todos tan importantes para evaluar nuestra fertilidad que los resultados de las analíticas deberían ser casi kilométricas. Y de verdad que esto no suele ser lo habitual. Por desgracia recibo algunas con 3-4 líneas escasas (bueno si aprovechan para incluir el estudio hematológico ya “abultan” algo más).

Pero para “rizar el rizo” a veces incluso alguno de estos valores sale alterado y no se le da la suficiente importancia. Y os aseguro que para nosotras todo tiene su importancia.

Otra situación que veo muchísimo es cuando algún valor sale dentro de la normalidad pero en un rango tan extremo (tanto por lo alto como por lo bajo) que no siempre puede considerarse “normal”. En muchos de estos casos es importante tener en cuenta otros valores relacionados que nos aportarán mucha información sobre esta posible descompensación.

Un ejemplo muy importante de esto son las famosas tiroides. Nunca os conforméis con conocer únicamente vuestra TSH. Os aseguro que hay muchos otros datos que hay que comprobar. Incluso, podemos tener todos los valores dentro de la normalidad (los rangos de normalidad de la tiroides podríamos tratarlos otro día con calma sin duda) y sufrir, sin saberlo de hipotiroidismo celular, lo que afecta negativamente a nuestra salud y por supuesto a nuestra fertilidad.

Si algo he aprendido, primero durante todos mis años de infertilidad y después al conocer vuestros casos, es que no podemos pasar nada por alto.

La diferencia sin duda pueden marcarla pequeñas cosas. Nunca penséis que nuestros ovarios van «por libre». Que si tenemos una buena reserva ovárica ya podemos respirar tranquilas. Ni muchísimo menos. Nos lo pone más fácil, claro que sí, pero puede que no hayamos visto aún que la causa de que no consigamos quedarnos embarazadas no sea ésa sino otra a la que aún nadie se haya parado a darle el verdadero valor que tiene.

 

¡Sin rendirnos nunca luchadoras!