Tengo 34 años y empecé a buscar bebé con 32, en octubre de 2015. Al principio los dos pensábamos que sería pan comido; yo le echaba máximo unos 4 meses. Nada más lejos de la realidad… los meses pasaban y el embarazo no llegaba.

Antes de cumplir el año de búsqueda decidí ir a mi ginecólogo de la Seguridad Social y, diciéndole que llevábamos poco más de un año buscando (ejem), nos mandó varias pruebas a los dos. Resultado: él perfecto y yo baja reserva ovárica (AMH de 0,9 y 5 folículos antrales). Nos derivan directamente a FIV, y en una visita a una clínica privada nos confirman el mismo diagnóstico y tratamiento, sin darme muchas esperanzas.

Eso fue en noviembre de 2016, y mi estado anímico no podía estar más bajo. Decidimos no pagar ninguna FIV ya que no veíamos la luz al final de ese túnel, y yo personalmente decido que no puedo quedarme sin hacer nada.

Ya en septiembre, aprovechando que mi marido había vuelto a hacer deporte y comer muy sano, había introducido muchos cambios en mi alimentación, justo como los que recomienda Charo. En noviembre, después de leer y releer mucho sobre la baja reserva ovárica y de conocer casos como el de Charo, gracias a su fantástico Blog, decidí que era primordial cambiar mi estado anímico y cambiar mi alimentación para, al menos, mejorar la calidad de mis óvulos y mi estado de salud en general, porque tenía sentido pensar que, si me iba a costar quedarme embarazada, lo suyo era cuidarme al máximo para entorpecer al mínimo el proceso (tanto si tenía que ser natural como a través de una FIV). Estaba en mi mano, así que iba a hacerlo. Lo acompañé con terapias naturales, como la acupuntura, y con la práctica del yoga, y ambas cosas me ayudaron mucho a calmarme.

Pues bien, estoy convencida de que fue gracias a todo eso que el 6 de Enero de 2017 llegó mi positivo, un milagrito natural e inesperado. Y sé que gracias a gente como Charo muchas otras mujeres han tenido su milagro, natural o con tratamiento, cuando la medicina convencional les decía que era casi imposible y les empezaba a hablar de ovodonación.

Gracias Charo por dedicar tu tiempo a ayudar a mujeres que, de otra manera, estarían solas y perdidas en esta aventura de la «infertilidad».

NAIARA (Whatsapp).